En la compu uno fuma mucho... siempre y cuando fume, por supuesto.
Estaba con esa paja tremenda de pararme, buscar los puchos, el encendedor, el cenicero... pero no, vi ese atado que dejás por las dudas con dos o tres puchos, para cuando se te acaba el atado "en serio"... y relojié para la biblioteca, y un encendedor abandonado me guiño el ojo, como diciendo "si papá, no hace falta que te pares". Ok, tuve que agarrar uno de los ceniceros de adorno, no el grandote que es un golazo porque nunca se llena, pero fue realmente gratificante no tener que pararme para prenderme un pucho.
A veces me alegro por cada pelotudez.
Ah, feliz cumple Sabri, Lula y Tino... loco, tres personas el mismo día es mucho no?
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1 comentario:
Guachito lindo!
Antes que nada y abrumado por la vergüenza tengo que decirte algo:
FELIZ CUMPLE!
Se me pasó mal, mil disculpas...
Ahora, con respecto al tema del pucho, yo también tengo mi cacerola infinita que apesta a futuro cáncer y que se vacía una vez por semana, decorada con cajas a medio terminar y muchos encendedores (que a veces son como las biromes, no anda ninguno).
Ya que estamos te agradezco tu post sobre lo que escribí de Preacher. Para leerlo de un tirón... no sé, me salió, no pude evitarlo. Dos paquetes de Criollitas con manteca y diez Luckys me acompañaron.
Un abrazo!
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